El ojo en el cielo


Cuantas alegrías nos han dado los libritos azules y plateados de Orbis…

El primer libro de Philip K. Dick que llegó a mis manos fue el Ubik de esta colección. Desde ese día, no he parado de leer a Dick, y ninguna de sus obras me ha decepcionado o dejado indiferente, y este Ojo en el cielo no ha sido menos.

En él, la subjetividad se convierte en realidad objetiva, percibida (y sufrida) por los demás. Las represiones, las creencias, los miedos y esperanzas de cada personaje se materializan y convierten en algo tangible (y peligroso). Esa es la premisa básica del libro, y, de nuevo, Dick lo ejecuta de manera soberbia (aunque al final la idea se degenera un poco) y lo utiliza en su incansable tarea de poner en entredicho la naturaleza de la realidad.

La primera mitad del libro me recordó enormemente a algunos de los magníficos cuentos de Ted Chiang; Dick, como sus deidades, está siempre presente y moviendo algunos hilos.

Ojo en el cielo es una manera perfecta de acercarse al universo de Dick, de adentrarse en las infinitas capas de la realidad, de plantearse la realidad desde otros puntos de vista.

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.