Naufragio
Tansis acaba convirtiéndose en el único superviviente de una expedición en busca de planetas habitables. Después de un aterrizaje forzoso en una cápsula de evacuación, después de ver morir a los únicos tres supervivientes además de él, se encuentra en un planeta en el que la vida resulta más que difícil.
Toda la historia se centra en la lucha por la supervivencia en un ambiente dominado por una forma de vida vegetal omnipresente y unos cuantos animales primitivos (únicamente encuentra una especie que podría considerarse inteligente, pero con la que le es prácticamente imposible comunicarse, ni verbal ni gestualmente).
Pero no sólo tiene que enfrentarse a los problemas provocados por las condiciones del planeta; tiene que sortear el estricto protocolo de seguridad del ordenador de la nave para poder seguir utilizando las funciones básicas del mismo. Este aspecto de la historia es un punto a su favor: toda una reflexión sobre las consecuencias de la dependencia tecnológica, que poco a poco se impone en cualquier sociedad avanzada.
Este libro de Charles Logan provoca sensaciones contradictorias: por un lado, hubo momentos en los que la monotonía del planeta descrito contagia a la narración, por lo que se hacía realmente pesado continuar con la lectura.
Pero, superando esos baches de desesperación, la historia (que es cierto que no deja de ser un Robinson Crusoe en otro contexto) consigue la empatía del lector hacia el personaje.
A pesar de sus escasas 200 páginas, he tardado una semana en leerlo, y, aunque pensé en dejarla de lado, en un par de días estaba tan atrapado en la capa de cintas como el protagonista. Creo que eso no es fácil de conseguir y por eso la recomiendo.
Título: Naufragio
Autor: Charles Logan
Ed. Martínez Roca, Superficción, nº 39.
1975 (edición 1978)
187 páginas