La ciudad al final del tiempo
Jack y Ginny, residentes en Seattle, padecen extrañas “desconexiones”, que duran horas, visitando las mentes de dos seres humanos, Jebrassy y Tiadba que parecen vivir en un desconcertante mundo constantemente amenazado por algo que ellos llaman el Tifón y que es el caos en estado puro; el fin del universo.
Ambos poseen la capacidad de reubicarse en distintas líneas temporales cuánticas, gracias, quizás, a unos extraños artefactos, unas piedras que siempre han tenido con ellos y que son la clave para salvar al universo de su desaparición. Junto a Daniel, que posee dos de las preciadas piedras, consiguen llegar a la ciudad al final del tiempo, donde el futuro termina y sólo queda un destino.
Es difícil resumir la trama de este complicado libro de Greg Bear. Durante la lectura, la sensación principal es: “no está mal, me engancha, pero no tengo ni idea de lo que está pasando…” La bruma inicial se despeja poco a poco, enfocando la historia, pero sin llegar a una conclusión clara. Un libro de Ciencia Ficción “Hard”, con referencias científicas muy actuales (las branas de la teoría M), bien escrito, aunque la estructura narrativa es realmente caótica, supongo que intencionadamente, aunque creo que más que sumar, resta coherencia a la historia. En definitiva, requiere paciencia, aunque tiene más virtudes que defectos.