Yoshimi battles the pink robots


“The test begins…. NOW!!”

Con esta frase de los tiempos de “Zaireeka” comienza el trabajo más accesible de los de Oklahoma. Editado en el 2002, es el disco perfecto para introducirse en su peculiar mundo sonoro.
Con los logros conseguidos en sus dos discos anteriores ejecutan una encomiable pieza de pop-indie-rock que sigue la estela de “The Soft Bulletin”, con un toque más comercial, sin por ello traicionar el espíritu del grupo, aunque muchos fans de la época del “Clouds Taste Metallic” no lo vieran así.

Algunas canciones tienen una temática similar, acerca de una chica que libra al mundo de unos malvados robots rosas, por lo que puede parecer un disco conceptual, pero la mayoría de letras no hacen referencia a esa idea y se centran en algunos temas ya tratados por la banda, con un toque filosófico, científico y, por qué no decirlo, de “auto-ayuda”.

“Fight Test”, la primera canción, tiene muchas similitudes con una canción de Cat Stevens (Yusuf Islam): “Father and Son”. Wayne Coyne alega que no era consciente de ese parecido (no sé si creerle…). De todos modos, un buen tema sobre la lucha, inevitable en algunos momentos de la vida, aderezado con una reflexión existencial: “No sé dónde terminan los rayos del sol y empieza la luz de las estrellas… es todo un misterio. Y no sé cómo un hombre decide lo que es bueno para su propia vida… es todo un misterio”.
“One More Robot/Sympathy 3000-21” habla sobre un robot que comienza a sentir, algo muy “dickiano”. Incluso los malos de la película tienen sentimientos. Musicalmente es uno de los temas más atractivos del disco, incluso con toques parecidos al trip-hop.
“Yoshimi battles the Pink Robots Part 1” retrata la desigual lucha entre Yoshimi, una chica, y los malvados robots programados para destruirnos: “Oh Yoshimi, nadie me cree, pero tú no vas a dejar que esos robots me derroten”. Un verdadero entretenimiento musical, la canción más pegadiza del disco, ideal para cantar a coro en los conciertos. Y “Yoshimi battles the Pink Robots Part 2” es la escenificación sonora de la encarnizada lucha de la que Yoshimi sale ganadora. Es un tema instrumental (con gritos), cercano a lo que harían un año después Radiohead con su Mixomatosis.

Y aquí se acaban las historias de robots propiamente dichas. “In the morning of the magicians”, Wayne nos canta sobre el amor sobre una base trip-hopera llena de loops, efectos sonoros y dulces melodías: “¿Qué son el amor y el odio? ¿Por qué importa? ¿Es amar un desperdicio? ¿Cómo puede ser que importe?”.
“Ego tripping at the gates of hell”, “Are you a hipnotist” y “It’s summertime” siguen la misma tónica sonora y lírica: Canciones con efectos sonoros, psicodélicos, letras sobre la vida y el amor, el solipsismo… Son canciones muy evocadoras, en las que la (peculiar) voz de Wayne encaja perfectamente.
Pero la joya del disco, sin duda, es “Do you realize??”, donde la banda echa el resto. Una canción prácticamente perfecta, desde esa cuenta distorsionada del principio, los violines, campanas, hacen de ella una obra épica, con una de las letras más hermosas del pop:

“¿Te das cuenta de que tienes la cara más hermosa? ¿Te das cuenta de que flotamos en el espacio? ¿Te das cuenta de que lloraste de felicidad? ¿Te das cuenta de que todo aquel al que conoces morirá algún día? Así, en vez de ir despidiéndote, hazles ver que te das cuenta de que la vida pasa rápido, que es difícil hacer que las cosas buenas duren, que te das cuenta de que el sol no se pone: es sólo una ilusión provocada por la rotación del mundo”.

No en vano es su canción más versionada y fue nombrada la Canción Rock Oficial del estado de Oklahoma. Es, simplemente, preciosa.

“All we have is now”, cuenta cómo el protagonista se encuentra con su yo futuro: “No vamos a conseguirlo, me explicó cómo sería el fin: Tú y yo nunca formaremos parte del futuro, todo lo que tenemos es el ahora”. De nuevo la idea: disfruta de la vida y no te preocupes demasiado por lo que vendrá.
Y el disco termina en Marte: “Approaching Pavonis Mons By Balloon (Utopia Planitia)”, un tema instrumental que pone punto y final a los Flaming Lips más Sci-Fi.

La producción del disco cuenta con Dave Fridmann de nuevo y es excelente: no es nada fácil orquestar toda la parafernalia de efectos sonoros con los que el grupo adorna sus canciones.

Después de una gran obra como “The Soft Bulletin” parecía difícil conseguir algo tan brillante como este Yoshimi, que se mantiene como uno de los discos más interesantes del pop de la primera década del nuevo siglo.

Como curiosidad, en la edición del CD se incorporó un mensaje “secreto” en uno de los laterales interiores del disco, que reza: “Has descubierto el mensaje secreto. ¿Tienes demasiado tiempo en tus manos? …Déjalo marchar.”

Yoshimi battles the pink robots, part 1

Do you realize??

2 Comentarios

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *