Transmissions From The Satellite Heart

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Con este disco de 1993, de magnífica portada, por cierto, Warner Records rentabilizó este extraño fichaje, porque consiguieron meter una de sus canciones, “She Don’t Use Jelly“, en las listas de éxitos estadounidenses y hacerse un pequeño hueco dentro del espectro de la música “independiente”. Incluso hicieron una aparición interpretando esa canción en una serie muy famosa… Beverly Hills 90210 (“Sensación de vivir”) (¡¿!?) Lástima que el video ya no esté disponible en YouTube (derechos de autor y esas cosas).

Este es un disco con momentos realmente brillantes, donde sigue la experimentación pero con una calidad realmente notable, como en la famosa “She Don’t Use Jelly“, que supongo que debe parte de su éxito, además de a una melodía bastante pegadiza y un riff contagioso, a una letra surrealista que puede llevar a pensar que están intentando transmitir un mensaje algo picantón: “Conozco a una chica que piensa en fantasmas. Te hará el desayuno, te hará tostadas. No usa mantequilla, no usa queso, no usa mermelada o cosas de esas. Ella usa vaselina. Vaselina.”

La perla del álbum, en mi opinión, es “Moth in the Incubator” (donde, por cierto, aparece la palabra “embryonic”), una canción llena de matices sonoros, punteos de guitarra, batería espectacular, en la que la voz de Wayne encaja a la perfección, y con una coda final que pone los pelos de punta. Es verdaderamente impresionante y una de esas canciones que yo valoraría como uno de los momentos más inspirados de toda su discografía. Aún más si tenemos en cuenta lo que viene después, “*******“, que en realidad es una versión de Plastic Jesus, una canción folk de los 50, bastante sarcástica, sobre supercherías religiosas: “No me importa si hace frío o llueve, mientras lleve a mi Jesús de plástico montado en el salpicadero del coche…”.

Y otra pequeña joya es “Be my head“, con esa letra encantadora: “Puedes ser mi cabeza, porque he destrozado ésta, ahora hay agujeros donde solía estar”, y un estribillo pop que no puede uno sacarse del cerebro después de escucharlo: “…Sé mi cabeza y yo seré la tuya”.

Turn It On“, la primera canción, también logró algo de notoriedad, bien merecida, y es una buena muestra de lo accesible que puede ser este disco a un público no acostumbrado a este tipo de música, a pesar de los ruidos, la experimentación, las guitarras chillonas y la peculiar voz de Wayne Coyne. Así, no se puede hablar de un disco Pop, aunque llegaran a las listas de éxitos, pero empieza a verse un potencial enorme para crear melodías de ese estilo (sin perder de vista su afán experimentador). Y es que una de las mejores cosas que pudo ocurrirle a este grupo fue la incorporación, que se produce en este año, de Steven Drozd, que forma parte de la plantilla desde entonces y que se convirtió en imprescindible para el sonido del grupo como compositor. También se incorpora el guitarrista Ronald Jones.

She Don’t Use Jelly:


Moth In The Incubator:


Be My Head:


Y una versión de “Be My Head” de Ema and the ghosts, para demostrar que es una canción con mucho potencial…

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