Clouds Taste Metallic

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Después del éxito de Transmissions… el siguiente disco del grupo de Oklahoma era bastante esperado. Éste llegó en 1995: Clouds Taste Metallic, y, para disgusto de muchos y regocijo de unos cuantos, no llegaron con otro She Don’t Use Jelly bajo el brazo. Sólo hace falta echarle un vistazo a los nombres de las canciones para darse cuenta de que no cedieron ni un ápice en su proceso de búsqueda y experimentación: Psychiatric exploration of the fetus with needles (Exploración psiquiátrica con agujas del feto), Guy who got a headache and accidentally saves the world (Chico que tenía dolor de cabeza y accidentalmente salva el mundo), They punctured my yolk (Pincharon la yema de mi huevo).

Hay que hacer notar que en 1994, debido a la gira de promoción del anterior disco, editaron un EP con un muy sugestivo nombre: Due to High Expectations… The Flaming Lips Are Providing Needles For Your Balloons (Debido a las enormes expectativas… The Flaming Lips están suministrando agujas para vuestros globos). El EP contenía versiones del Transmissions… y una canción que luego aparecería en éste disco de 1995, Bad Days.

Puede parecer, y en parte lo es, un disco extremadamente ingenuo, hecho por adolescentes. Claro que éstos ya tenían poco de adolescentes en 1995, pero resurgió con este disco ese candor, y es lo que lo hace muy especial, sobre todo teniendo en cuenta su reciente éxito. A pesar de todo, tras varias escuchas, como suele pasar con cualquier disco de The Flaming Lips, surge algo que hace que todo tenga sentido. No podría destacar ninguna canción en concreto; únicamente, pero es algo muy personal, Evil will prevail, que considero uno de sus mejores temas, en cuanto a letra y música.

Las letras del disco ya son muy parecidas a lo que serán las canciones de discos como Soft Bulletin o Yoshimi, con un interés especial por conceptos como la ciencia, historias en las que hablan del espacio (algo así como un toque de ciencia ficción, que en otros discos aderezarán con un mensaje muy positivo), no sólo del espacio exterior, sino del interior, del cerebro, y, bastante a menudo, referencias muy infantiles (como en Christmas at the zoo o This Here Giraffe, que editarían como single del álbum).

Escuchar este disco es como meterse en otro mundo, lleno de fantasías y colores, repleto de sonidos, guitarras amables e hirientes a la vez, baterías poderosas, voces estratosféricas junto a gruñidos infrahumanos,… Algún crítico llega a decir que no es música para escuchar con ácido, sino que es ácido en sí mismo. Y estoy completamente de acuerdo. De nuevo, su máxima desde un principio, “provocar disturbios en nuestras mentes, no en las calles”, está aquí presente. Consiguen crear un paisaje sonoro para sus delirios, que puede resultar ingenuo, pero que me extraña que deje indiferente a nadie. Obras como Clouds Taste Metallic marcan una diferencia tan grande con el resto de música popular que casi hace daño al oido. En Fearless Freaks, un documental sobre el grupo, recuerdo oír a la actriz Juliette Lewis decir, después de uno de sus conciertos repletos de confetti y globos, que The Flaming Lips “son una religión”. Bien, pues este disco es parte fundamental de su evangelio.

Evil Will Prevail:


They Punctured My Yolk:


Guy Who Got a Headache and Accidentally Saves the World:

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