Cocina

Primera entrada de esta segunda época en el mardedudas. No hay caminos rectos, siempre tienen alguna curva. En esa curva se han caido algunas cosas, quizás por ir demasiado deprisa, pero el coche no se ha salido de la carretera, y eso es lo importante.
Esta es mi nueva cocina, en tonos naranjas, un color arriesgado. Fue una buena elección, no obstante. Tan nueva y ya tiene grandes historias que contar, y las que le quedan. Hay una frase que todo el mundo repite cuando compras algo de cierto valor: una casa, un coche, una cocina nuevecita,… “Que lo disfrutes con salud”. Entiendo que con “salud” uno se está refiriendo a muchas cosas, no sólo al buen estado físico. Al menos, cuando se dice esa frase, se debería entender por “salud” todo lo que hace que alguien, en un momento determinado, pueda decir: “estoy bien, estoy tranquilo y ninguno de mis problemas es irresoluble”. Porque, a veces, hay problemas que parecen irresolubles, y algunas personas tenemos una capacidad innata (a lo mejor algo adquirida también) para meter en la lista de “no soy capaz” cualquier cosa. Siempre nos agobiamos por lo que, simplemente, es la vida.
El color naranja es estimulante, aunque cuando la elegimos (sí, en plural) no fue por ese motivo. Fue un motivo mucho más simple: era bonita. Y a veces hay que hacer las cosas por motivos tan simples como ese. La vida suele agradecerlo.
Sólo una cosa más para acabar. No sé con qué frecuencia escribiré aquí, no sé si volverán las traducciones de letras de canciones (supongo que sí), no sé si, como antes, no seré el único que construya este pequeño edificio, pero sé que a partir de ahora todo va a ser distinto. A lo mejor llegará una tercera época y luego una cuarta. Sólo sé que el mardedudas seguirá batiendo sus olas.

Pd.: Comentarios abiertos, como ya era habitual, para todos. Yo no he tenido trolls, hacen falta muchísimas más visitas para atraerlos, pero sí he tenido orcos. De nuevo, también son bienvenidos.