Una alegoría de la física cuántica.
Loable intento de hacer accesible un tema tan lejano al sentido común como es la Física Cuántica.
R. Gilmore, basándose en el mundo imaginado por L. Carrol, repasa aspectos básicos de las investigaciones más importantes en la física de partículas elementales. Darle sentido al zoológico que ha ido surgiendo gracias a los experimentos con aceleradores fue la principal ocupación de los físicos del pasado siglo, que crearon un modelo en el que encajan y son explicadas todas las partículas.
Así, nos encontramos con fotones, electrones, protones, neutrones, muones e incluso quarks, a los que el autor caracteriza como personajes secundarios dotados de distintos comportamientos análagos a sus propiedades físicas.
No habrá sido tarea fácil escribir un libro como este, ni es fácil leerlo, pues recorrer todos los recovecos de la teoría cuántica en unas escasas 300 páginas es ciertamente arduo, pero al menos los conceptos elementales quedan claros y es una buena menra de comprender la lógica de la física actual, en la que el sentido común de nuestra experiencia macroscópica no tiene ningún valor.