Oscuras, gigantescas mariposas negras
mataron el brillo del sol.
Como el libro sellado de un hechicero,
el horizonte duerme en silencio.
Desde la profundidad perdida,
los vapores traen consigo su aroma matando los recuerdos.
Oscuras, gigantescas mariposas negras
mataron el brillo del sol.
Y del cielo hacia la tierra,
bajan oscilando pesadamente,
invisibles monstruos, al corazón de los hombres . . .
Oscuras, gigantescas mariposas negras.
Albert Giraud
Música: Arnold Schoenberg